Antonio Campos Peña, César García-Mauriño Ruíz-Berdejo
El término que mejor puede definir esta propuesta es tal vez la sencillez, resultado en gran medida de dos de los parámetros iniciales del encargo: una superficie útil de las viviendas de setenta metros cuadrados y la gestión de la ejecución de las obras en régimen de autoconstrucción. Las quince viviendas, organizadas en dos baterías alineadas a lo largo de dos de las calles que definen el perímetro de la parcela, buscan referencias evidentes en su volumetría, en el tratamiento de sus fachadas y en los patios que se interponen entre el espacio doméstico y los diferentes ámbitos públicos exteriores.
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