Caso de una niña de 8 años que presenta una deformidad inflamatoria en la mandíbula, así como un gran número de trayectos fistulosos. Para agrandar los trayectos llegando hasta su borde inferior rasamos el maxilar por la cara anterior y extraemos un canino, tres incisivos y dos molares. Así, solucionamos un caso aparentemente grave, cuando sólo estábamos ante el resultado de una evolución irregular y difícil de los huesos de la segunda dentición.
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