El método usual para tratar pulpas enfermas (la cauterización con arsénico seguida de la extirpación de las pulpas y del relleno de los canales de las raíces) tiene dos inconvenientes: el tiempo que se necesita y el dolor que se hace sufrir al paciente. Además, en ocasiones nos vemos obligados a dejar algunas fibras de nervio en el canal, o no podemos completar la extirpación del nervio debido al dolor que sufre el paciente (a pesar del uso de arsénico, cocaína o cloroetilo). La formaldehyda es un remedio que destruye eficazmente la vitalidad de un nervio en poco tiempo y que, al mismo tiempo, permite conservarlo en un estado aséptico. Diversos experimentos aconsejan su empleo.
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