El paciente había sido tratado como canceroso del maxilar superior por un médico que usó cauterios químicos como el nitrato de plata, el ácido crómico, creosota, etc. Estas cauterizaciones destruyeron una extensa porción de los tejidos del labio superior izquierdo, del carrillo, del ala de la nariz y aun del propio tejido del maxilar. Gracias a la confección de un aparato protésico, en la actualidad el operado cierra la cavidad bucal, habla con más facilidad y efectúa sin gran trabajo la masticación y la deglución.
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