El punto de partida casi siempre está en el ligamento alvéolo-dentario. Son tumores benignos en general, cualquiera que sea su naturaleza histológica. La cauterización química con ácido crómico, la cauterización ígnea al termo-cauterio o al galvano-cauterio son los métodos de elección que deben emplearse. La ablación del sarro y la antisepsia bucal serán una de las bases del tratamiento. En los casos más extendidos el dentista confiará el enfermo a un cirujano.
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