La inervación de los incisivos y caninos superiores se hace por filetes procedentes del ramo dentario anterior, nervus naso-dentalis, que partiendo del nervio maxilar superior a unos milímetros del agujero infraorbitario corre a alojarse en un conducto del maxilar; este conducto sigue una dirección horizontal de fuera adentro, para hacerse rápidamente vertical, en donde guarda íntima relación con el seno, convirtiéndose a veces en surco, con lo que las relaciones con la mucosa del mismo se hace más directas. Al colocarse un poco por debajo del suelo de la fosa nasal, cambia de dirección y traza una curva hacia arriba y adentro, distribuyéndose el nervio en gran número de filetes ascendentes y descendentes.
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