Los conocimientos anatómicos y fisiológicos de la articulación temporo-maxilar y de las arcadas dentarias son indispensables para poder hacer una dentadura artificial. Toda articulación hecha sobre un articulador en el cual no se puedan reproducir los movimientos normales de la mandíbula será inútil y defectuosa para la masticación. Las dentaduras así construídas aplastan, machacan la carne, pero no la cortan. Las dentaduras artificiales construídas según las leyes anatómicas y fisiológicas antes indicadas, y en un articulador que reproduzca los movimientos de la mandíbula, serán perfectas y con ellas se podrán cortar y triturar los alimentos al igual que con los dientes naturales.
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