Los ingredientes más usualmente empleados son la creta, piedra pómez, raíz de iris, jabón, myrrha y hueso de jibia en polvo. En los últimos años contienen salol. Sin embargo, el efecto del oxígeno sobre las bacterias puede fácilmente comprobarse en cualquier laboratorio bacteriológico, y su poder de blanquamiento es conocido desde muy antiguo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados