Para obtener con la novocaína-suprarrenina una anestesia local eficaz y exenta de accidentes es necesario: emplear una técnica correcta para la inyección; la solución empleada debe ser isotónica vis a vis del tejido; el agente anestésico debe ser esterilizado e inyectado bajo observación de precauciones asépticas; el anestésico no debe sufrir ninguna modificación hasta la cesación de su eficacia o hasta su reabsorción. Además, los principios de asepsia deben observarse con cuidado durante el empleo del anestésico local en la boca. Para las piezas metálicas en el interior de la jeringa, no emplear sino metales o aleaciones que posean una gran resistencia a los ácidos. Para las cánulas no se empleará sino el platino, iridio y por necesidad el níquel. El tántalo merece también la preferencia porque es más duro y no se rompe fácilmente.
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