Los errores son frecuentes cuanto que los síntomas de poliartritis se pueden presentar en el curso de enfermedades crónicas que han destruído el equilibrio fisiológico y debilitado el organismo. La mala irrigación sanguínea (en estos casos) de las encías, el periostio y la membrana peridental, la consiguiente atonía de los tejidos y la relajación vascular, son causas suficientes para determinar un estado patológico en extremo semejante al que produce la poliartritis; pero no debe confundirse con ésta, pues la verdadera poliartritis es una entidad patológica bien definida, susceptible de ser curada con un tratamiento local apropiado, y que suele presentarse en personas sanas, cuando más afectadas de una diátesis artrítica.
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