La aplicación de la corriente de alta frecuencia puede ser localizada a una región, o generalizada a todo el organismo. La aplicación local ha sido empleada por muchos dentistas para el tratamiento de diversas afecciones bucales con relativo éxito a juzgar por los resultados obtenidos. Ha de tenerse en cuenta los efectos estimulantes de la corriente, su acción cataforésica y la producción o desprendimiento de ozono. En odontología se puede emplear en estos casos: periostitis, trismo, dolores post operatorios, tratamientos de caries de cuarto grado, como agente de diagnóstico, antihiperestésico dentinal, blanqueamiento de los dientes y piorrea alveolar.
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