La gripe y la higiene de la boca.

• Autores: Florestán Aguilar
• Localización: La Odontología: Revista mensual de cirugía y prótesis dental, ISSN 0212-8128, Vol. 28, Nº. 11-12 (NOV-DIC), 1919, págs. 546-549
• Idioma: español
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• Resumen

  • Es fundamental la higiene bucal y la antisepsia de la entrada a las vías respiratorias. Si no las mantenemos se comprende cómo se difunden las epidemias de algunas enfermedades cuyos gérmenes van al aire y al ser aspiradas encuentran en la boca las condiciones de calor y humedad precisas para volver a ponerse en condiciones de virulencia. El aire viciado transporta bacterias productoras del mal, llega a la boca y fosas nasales y allí es filtrado por los elementos de defensa de que está dotada la membrana mucosa y el epitelio de la boca y tráquea, evitando así que lleguen a los pulmones y la sangre. La mayor parte del polvo y otras sustancias de contaminación en el aire que se aspira son absorbidas, cayendo sobre las paredes del conducto respiratorio y quedan apresadas en estas secreciones, teniendo salida finalmente por la boca en forma de esputos, o pasando al estómago.