La ulcus resulta de una localización en la pared gástrica o duodenal de bacterias cuyo origen era desconocido, de una pequeña hemorragia o necrosis de la mucosa, seguido de un proceso de auto-digestión clorhidropéptica, favorecida por brotes de linfangitis intesticial. Rosenow defiende la teoría de que las bacterias patógenas de un foco infeccioso, a menudo desconocido, pueden adquirir bajo influencias ignoradas todavía una afinidad electiva para la mucosa estomacal, duodenal o cualquier otro tejido y por la vía sanguínea emigrar al estómago u otro órgano. La afinidad electiva de las bacterias para los tejidos es fugaz, perdiéndose fácilmente por la cultura. Es de absoluta necesidad buscar en los enfermos de úlcera de estómago focos infecciosos crónicos especialmente de las amígdalas, senos y los dientes a fin de tratarlos conjuntamente con la lesión ulcerosa.
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