Durante muchos años se tomaron como base de las investigaciones sólo las experiencias clínicas sin tener presente que igual o más importancia tiene la investigación anatomo-patológica realizada sistemáticamente. Inducidos por el hecho de que uno de los síntomas constantes de la piorrea es la infección, un gran número de autores supuso que la enfermedad misma es debida a la acción de un microorganismo determinado; pronto se demostró que se había procedido con ligereza al diagnosticar como piorrea alveolar otras enfermedades muy distintas (gingivitis ulcerosa, etc). El primer aspecto de la piorrea alveolar es la atrofia difusa acompañada de la formación de una bolsa y su infección; el segundo es la atrofia del borde alveolar y la falta de higiene. En la piorrea alveolar con atrofia marginal es lo más notable la especial disposición a caries en la corona y la raíz; además, hay siempre abundancia de sarro, las bolsas se encuentran especialmente en los espacios interdentarios y la movilidad se presenta tarde.
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