Frente a la prótesis de placas, representa la prótesis de puentes un progreso considerable en todos los sentidos, aunque tampoco se la puede juzgar como absolutamente ideal: la sobrecarga de los pilares del puente, que muy a menudo se observa en los puentes estables de suspensión, son causa de que algunos profesionales no se decidan a su construcción. Entre sus ventajas, encontramos que se puede prescindir en muchas ocasiones de una prótesis corriente de placa, así como la sobrecarga de los pilares de sostén. La condición fundamental en la construcción de puentes de suspensión es no hacer soportar a los pilares demasiada carga y no elegir un arco de apertura excesivo. Para procurar una articulación esmerada y con ello una distribución regular de fuerzas, es preciso modelar los puentes grandes en un articulador.
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