La sensibilidad puede explicarse por un doble mecanismo, dentinoblástica e intradentinal; los odontoblastos serían células epiteliales o conjuntivas altamente diferenciadas, capaces de poderse impresionar y transmitir a su vez las sensaciones a una parte de las fibras nerviosas de la pulpa; otras penetrarían en el interior de los canalículos dentinales, quedando de este modo por doble vía asegurada la sensibilidad dentaria. En cuanto al significado de las neuronas de la pulpa, tal vez las prolongaciones protoplasmáticas se relacionen por contigüidad con los dentinoblatos y sus axones terminarían por impresionar las expansiones finales de algunas fibras mielínicas, desempeñando por lo tanto estas células el papel de intermediarias en la conducción nerviosa.
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