Presentamos un caso de fractura de maxilar superior típico, en el que el agente traumático obró directamente, en el que la desviación de los fragmentos responde a la dirección de la fuerza traumática, y que presenta abundancia de secuestros. Un caballo da una coz a nuestra paciente en su región labial superior y produce una fractura conminuta del maxilar superior interesando bóveda palatina y proceso alveolar de diversos dientes. Cuando nos encargamos de la enferma había pasado ya un mes y días de ocurrido el accidente, así que nos encontramos con gran resistencia por parte del trozo hundido a ser reducido. Optamos por la fuerza monomaxilar proporcionada por un sencillo aparato que consta de dos arcos dobles de apoyo, y que se halla abierto por el extremo mesial, disposición que nos permitió unirlos fuertemente a los dientes de los trozos de fractura por su cuello.
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