En la relaci�n de casos cl�nicos, que ascienden a algunos centenares, han sido escogidos ejemplares representativos de distintas clases; entre ellas, hemos dedicado un apartado especial a la piorrea, ya que los caracteres de esta infecci�n arrojan una luz viv�sima sobre el problema de la infecci�n local y sus exigencias terap�uticas. Adem�s, tanto la piorrea como la osteomielitis tienen una evoluci�n tan especial, y en ellas el factor t�xico tiene tal preponderancia, que de esta nueva forma de considerarlas se derivan consecuencias que pueden ser fecundas. Hoy por hoy, para luchar contra los trastornos de la zona B, disponemos s�lo de los antivirus de Besredka, con resultados altamente beneficiosos. No debemos olvidar que s�lo hemos experimentado con los antivirus estafiloc�cico y estreptoc�cico, y que la preparaci�n adecuada de estos debe ofrecer resultados decisivos, de tal modo que en cada caso a la acci�n t�xica se le oponga el remedio global y completo que necesite.
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