En la pulpa dentaria, comenzando por el filete radicular, nos encontramos con unos haces de nervios mielínicos que corren paralelamente a los vasos y al llegar a la parte central de la pulpa, se ramifican, perdiendo la cubierta de mielina, presentando el aspecto de finas fibras, que a su vez se van a ramificar nuevamente, dando lugar a la formación de una fina red nerviosa en las paredes y cuernos de la pulpa. De esta fina red de fibras, se desprenden algunas que las vemos atravesar las capas de los odontoblastos y llegar hasta la zona dentinogena, sin poder precisar por el momento si penetran o no en los canalículos dentinarios.
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