Con la porcelana cocida se pueden obtener restauraciones perfectas desde todos los puntos de vista; artísticamente, puede imitar el esmalte natural hasta en sus mínimos detalles. Es el único material que, puesto en contacto con las encías, no produce una protesta inflamatoria de éstas. Es mala conductora térmica y eléctrica, por lo que resulta una protección perfecta para dentina y pulpa. Aventaja al esmalte en no ser atacable por los gérmenes bucales: un diente debidamente recubierto con una corona de porcelana sólo se puede perder por enfermedad del ligamento alveolo-dentario. Otra gran ventaja de este material estriba en la posibilidad de hacer con ellas restauraciones de dientes vivos sin mermar esta vitalidad. Sin embargo, presenta escasa resistencia a la fuerza masticatoria. Se describe la técnica empleada por el autor para el empleo de la porcelana dental.
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