Hace más de una década, se presentó el caso de un chico de catorce años que quedó terriblemente anemiado cuando, tras hacer un esfuerzo, sufrió una hemorragia que se prolongó durante horas. Hoy, tras revisar trabajos sobre la patogenia de la hemofilia, llama la atención que todos apunten a trastornos en la compleja función hepática; en las obras de medicina del XV al XVI se hace mención a bebedores de sangre de reses. Reconocido de nuevo el enfermo y no encontrando contraindicación a la terapéutica glandular, le recomendamos tomar hígado cada mañana en trozos pequeños crudos, con un poco de sal o azúcar, aumentando la dosis hasta que llegue a tomar un cuarto de kilo diario. Pasado un año se presentó el muchacho fuerte y robusto.
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