El estomatólogo y el otorrinolaringólogo deben prestar la mayor atención a las lesiones sépticas de sus enfermos, por leves que parezcan. La repercusión en el estado general (fiebre, escalofríos, cefalalgia, etc.) impone el empleo inmediato de una terapéutica activa. El tratamiento médico de la tromboflebitis debe cumplir estas tres indicaciones: atacar el agente microbiano, eliminar las toxinas y sostener el estado general. La terapéutica quirúrgica de esta gravísima afección resulta hoy prácticamente irrealizable; el pronóstico de la enfermedad es casi siempre fatal.
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