Los términos más empleados para referirse a este problema son sensibilidad dentinaria o dental e hipersensibilidad dentinaria o dental. El grupo acepta hipersensibilidad dentinaria (HD), por ser el más empleado en la literatura. La HD puede afectar a la calidad de vida de las personas y limitar el control de placa, además de tener efectos sobre la práctica odontológica.
La prevalencia de la HD varía entre un 4-57% de la población según estudios basados en encuestas, mientras que en estudios clínicos estas cifras varían entre 3,8-98%. El grupo valora que, en la población general, la HD puede afectar de manera frecuente a, aproximadamente, el 25% de la población adulta.
Los dientes más afectados son premolares y caninos en la población general y molares e incisivos inferiores en pacientes periodontales. Suele afectar más a mujeres y personas entre 20 y 40 años.
Hay distintos factores predisponentes y desencadenantes de la HD, que está muy relacionada con la presencia de enfermedad periodontal. También se ha observado que los hábitos de vida actuales parecen asociarse de manera clara a la HD.
Se han revisado distintas modalidades de tratamiento de la HD, entre los tratamientos profesionales, han demostrado ser efectivos ciertos procedimientos de cirugía plástica periodontal y las aplicaciones profesionales de fluoruros en barnices, glutaraldehído y adhesivos dentinarios. Entre los tratamientos de uso en casa, los dentífricos con biocristales de silicato, fósforo y calcio, o con nitrato potásico (con concentración mínima del 5%), o con arginina, o, con fluoruro estañoso y hexametafosfato de sodio, ofrecen la mejor evidencia.
En el tratamiento de la HD es fundamental un adecuado diagnóstico. Por ello, se pone el énfasis en la importancia de una historia y exploración bucodental detallada. Habrá que distinguir entre la HD aguda o crónica y localizada o generalizada.
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