Tradicionalmente, se ha entendido por asonada toda junta o reunión tumultuaria para hacer hostilidades o perturbar el orden público. También se la ha conocido con los nombres de alboroto, bullicio, sedición, motín, rebelión o conmoción popular. Se ha apuntado que entre las causas que podían provocarla se hallaban la miseria, los impuestos excesivos, los vicios de la administración pública, los abusos de poder, las vejaciones o el fanatismo religioso y que con ella se pretendía conseguir la disminución de precios de los abastos, la abolición de ciertos impuestos, la destitución de magistrados, la extracción violenta de los reos de las cárceles, etc. La gravedad de estos hechos explica que estuvieran totalmente prohibidas por el Derecho real de estos siglos, no sólo porque atentaban contra la tranquilidad pública, sino también porque eran causa de muertes, heridas, robos y otros crímenes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados