Alicante, España
Desde que en 1983 Chuck Hull inventara la estereolitografía como método de impresión en 3D, los avances en la materia se han sucedido hasta el punto de que hoy en día es posible la construcción de edificios o de tejidos nerviosos y cartílagos a partir de dicha tecnología. Ello, no obstante, pese a los beneficios para la sociedad que, es posible, generen las impresoras en tres dimensiones, también puede advertirse, en el anverso de la moneda, determinados riesgos a partir de un uso indebido de aquéllas. Es objeto de estudio en el presente trabajo la incidencia que, a grandes rasgos, tendrá la impresión en 3D sobre la economía en general y sobre la propiedad industrial e intelectual en particular, especialmente por el aumento exponencial del riesgo en las falsificaciones frente a la manufactura tradicional.
From 1983 when Cuck Hull invented Stereolithography as a method of 3D printing until today, there have been many landmarks in this new industry. Nowadays, as an example, is possible the construction of buildings or nervous tissues and cartilage from that technology. However, there are some risk that could appear from an incorrect use of those. This paper shows the incidence that, broadly, will have 3D printing on the economy and, specially, on intellectual property because of risks in counterfeits in relation to traditional manufacturing.
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