Conforme a lo que nos indica la teoría política acerca de los partidos personalistas y de acuerdo a la evidencia empírica, el fujimorismo tenía bajas posibilidades de sobrevivir más allá de la figura del líder fundacional luego del alejamiento político de este en el año 2000. Muy contrario a este pronóstico, en las últimas elecciones esta opción política se presentó como una alternativa vigente, logrando ser el segundo partido más votado. El presente artículo no sólo intenta explicar la presencia del fujimorismo en los últimos 20 años sino también responde a la pregunta ¿Cómo un partido personalista puede trascender la figura del líder exitosamente y asegurar su continuidad?
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