La Neurociencia nos muestra que el poder cambia el funcionamiento de nuestro cerebro. Hormonas como la testosterona están relacionadas con el status elevado y su aumento propicia un patrón de conductas más competitivo y defensivo del propio interés. Nuestra forma de comportarnos puede modificar este flujo hormonal, influyendo en nuestras emociones y decisiones. Fomentar la gestión emocional positiva por parte de los actores políticos o económicos sería un componente decisivo dentro de sus programas de formación. Conceptos nucleares de la inteligencia emocional tales como autoestima y empatía podrían ser protectores frente a la corrupción.
Neuroscience shows that power changes the functioning of our brain. Hormones like testosterone are associated with high status and its increment promotes a pattern of competitive and defensive behaviors of self-interest. The way we behave can change this hormonal flux, influencing our emotions and decisions. Encourage positive emotional management by political or economic actors would be a critical component in their training programs. Core concepts of emotional intelligence such as self-esteem and empathy may be protective factors against corruption.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados