La empresas, como consecuencia del desarrollo de sus actividades, están expuesta a un "caleidoscopio de riesgo", además de tener que cumplir la legislación vigente en cada momento y atender a los grupos de interés en las mismas (stakeholders), en un entorno dinámico y en cambio permanente. La respuesta de la empresa en el pasado era tratar cada situación como una contingencia aislada, sin aplicar una visión global sobre los riesgos y sus consecuencia. En determinadas ocasiones la empresa no se percibe o no actúa como un sistema, es decir, como un todo donde existen relaciones de interdependencia entre las diversas partes que la componen y entre éstas y el conjunto de la empresa. Para evitar esta carencia se desarrolló la Gerencia Estratégica de Riesgos.
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