En las ciudades y aglomeraciones urbanas los transportes colectivos de superficie desempeñan una importante función dentro del sistema de transporte urbano, siendo en muchos casos el único medio de transporte colectivo existente. La mayoría de las redes de transporte de superficie están atendidas por autobuses y trolebuses, que están sometidos a la influencia de las vicisitudes del tráfico vial urbano.
Para mejorar las condiciones de servicio es posible utilizar distintos medios, que se engloban bajo el nombre de “Ayudas a la regulación”. Estas ayudas se dividen en dos clases: mejoras con respecto al carril de circulación y ayudas a la explotación. Las primeras no dependen directamente de la propia administración de transporte, por lo que el análisis que se realiza en este artículo se refiere con más detalle a las ayudas a la explotación.
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