Pese a sus muchos premios y múltiples nominaciones al Oscar, no fue considerada una actriz eximia ni se sometió jamás a los imperativos de Hollywood, pero fue capaz de hacer creíbles todos sus personajes, entre ellos, el de la humilde pastorcilla Bernadette Soubirous en La canción de Bernadette, que le proporcionó un Globo de Oro y un Oscar de la Academia o el de casquivana Perla Chávez en Duelo al sol. Su carrera, un tanto irregular y compuesta por tan sólo veinticuatro títulos, incluye, no obstante, algunos tan interesantes como Desde que te fuiste, Jennie, Cartas a mi amada, Madame Bovary - que no se estrenó en España pero que no se estrenó en España pero que hemos podido ver gracias a su reciente aparición en DVD - El pecado de Cluny Brown o La colina del adiós. En cualquier caso, a su éxito no fue ajena su condición de protegida y esposa de David O'Selznick, uno de los magnates más influyentes de la industria cinematográfica de aquellos años.
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