El nombre de Jane Wyman trae normalmente a la memoria el recuerdo de su matrimonio con el actor y presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan; sus múltiples personajes de damas abnegadas, jovencitas lloronas y sufridoras como aquella sordomuda y violada Belinda, o el de la astuta y poderosa Angela Channing, matriarca capaz de las mayores artimañas y barbaridades a la que daba vida en la popular serie televisiva "Falcon Crest". Y es que, posiblemente pocos recordarán sus habilidades para la comedia y el musical, géneros en los que también dejó el testimonio de su talento, o que, sin tener una belleza espectacular, tenía un especial encanto, un físico realmente atractivo y dos de las mejores piernas de la pantalla, que nada tenían que olvidar a las también famosas de Marlene Dierich, Betty Grable, Cyd Charisse o Angie Dickinson.
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