La leyenda con sus blandas tonalidades sustituyó a la realidad vigorosa en las preocupaciones del hombre antiguo, de suerte que ella inspiró sueños inalcanzables a las gentes de edades harto distantes de la nuestra, forjó personajes y sucesos espléndidos, trazó rumbos espirales a la imaginación y formuló expresiones numerosas acerca de cuanto ignoraban las inteligencias de entonces y se hallaba escondido a sus miradas asombradizas.
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