¿Curioso el título? Tal vez. Por que hay poetas que sienten, y callan. Y los hay que vibran, y cantan lo que sienten, y nos entregan el mensaje que les salta del corazón. Ellos se valen del lenguaje humano para expresar lo inexpresable. Y en esa lucha a muerte se quedan unas veces rezagados en lo vago, en lo común, y no merecen el nombre de poetas; o logran domesticar el rebelde vehículo de las palabras, y es entonces el milagro del arte. Su inspiración es en ocasiones dolorosos escarceos, se quedan con la flor de un verso en los labios, que no pudieron decir, o no pudieron estrenar.
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