El vuelo pionero de 1927, llevado a cabo en la cuenca hidrográfica del Ebro, permite un reconocimiento preciso del cauce del Ebro desde esa fecha. La georreferenciación de las fotografías del 1927con respecto al vuelo oleícola de 1998 y con la ayuda de un modelo digital de elevaciones (MDE), hizo posible la integración de estas fotografías aéreas en las nuevas tecnologías de gestión de datos, tales como son los Sistemas de Información Geográfica (SIG). La creación del mosaico con ellas permitió el análisis de los usos de suelo en el período 1927-1998 entre Remolinos y Zaragoza, observando el considerable descenso de la superficie ocupada por el cauce del río inundado y los bancos de grava sin vegetación, cubriendo el ancho del corredor ribereño para usos antrópicos.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados