Una lectura de la historia del Partido Comunista Argentino mostraría que, desde sus orígenes, predominó en él una tradición obrerista y ami-intelectual. Pero estas políticas partidarias de carácrer inapelable nunca logran una uniformidad sin fisuras. La rígida política asumida por la dirección del Partido generó lo que podríamos denominar una esquizofrenia, con la que se pretendió evadir el cerco trazado por la ortodoxia: dentro del ámbiro institucional los grupos "culturalmente disidentes" manejaban un discurso acorde con el utilizado por la dirigencia; fuera de él se leían y discutían autores vedados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados