Tras la ruptura de puentes entre Sánchez e Iglesias que se escenificó en el Debate de Investidura, Sánchez ha lanzado un guiño a la formación morada abriendo la puerta, por primera vez, a un Gobierno de coalición, como propuso Iglesias.
Mientras, en las filas moradas, arrecia el debate entre facilitar un Gobierno del PSOE o forzar elecciones. Así, mientras en el núcleo duro cobra fuerza la idea de una abstención, entre el ala más izquierdista, liderada por la portavoz andaluza, Teresa Rodríguez, apuestan por abandonar la posibilidad de negociación e ir a unos nuevos comicios. Un debate que tiene como telón de fondo la crisis abierta en la dirección de Madrid entre los partidarios y detractores del secretario general, Luis Alegre, uno de los cinco fundadores del partido y que fue propuesto para el cargo por Iglesias.
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