El tiempo de la desgracia representa la pérdida del lugar del hombre que adviene inmigrante, sin hogar, lo cual revela una fractura de horizontes familiares, en términos de Heidegger. Esta condición de errancia del ser del hombre posibilita, a su vez, la transformación del nihilismo impropio, fincado en el dominio de lo existente, en el nihilismo propio, que va al encuentro de la sustracción del Ser y la experimenta como donación. Esta apertura es posible, pero no sin que antes suceda un encuentro con la nihilidad o el sinsentido de la existencia. Ésta es una experiencia consustancial del budismo, que implica la liberación del sufrimiento y echar a andar la rueda del Dharma. En la angustia plena, en la indigencia, se experimenta la metánoia o camino del propio ser, que es el equivalente al zazen, la actualización de la verdadera naturaleza.
The time of disgrace represents the loss of a man’s place who then becomes an immigrant, a homeless, which reveals a break of the familiar horizons, in Heidegger’s terminology. This errant condition of the man’s being, however makes possible the transformation from an improper nihilism, sustained in the control over the existing entities to a proper nihilism, which goes to the encounter of the being’s subtraction and experiments it as a donation. This opening is possible, but not before facing the nihility or nonsense of existence. This is a consubstantial experience of Buddhism which involves getting free of suffering and keeping up with Dharma’s wheel. In complete anguish, in indigence, one experiments the methanoia or the path of the own self, which is equivalent to the zazen or actualization of true nature.
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