Las repercusiones medioambientales que puede traer el uso de hormigones y aditivos vendrán, por parte del primero, por la posible contaminación por ruidos y polvo durante su proceso de fabricación, que puede solucionarse mediante aislamiento. La producción de residuos sólidos o líquidos y de envases, pueden aminorarse mediante los diferentes métodos de reciclado, el resto deberán ser gestionados por los gestores autorizados.
Respecto a los aditivos, como productos químicos, no son productos peligrosos, excepto algún acelerante que pudiera ser corrosivo o tóxico y que irá debidamente etiquetado para tomar las medidas oportunas de traslado y manejo. De manera general, no deben verterse a acuíferos. Una vez formando parte del hormigón, no afectan al medio ambiente por no ser volátiles ni tener productos de lixiviación peligrosos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados