Uno de los problemas más importantes a nivel mundial de nuestro tiempo es el problema energético y la incidencia de éste en el medio ambiente. Entre todas las comunidades internacionales ha sido la UE la que ha tomado la iniciativa para intentar solucionar este problema, y el sector de la construcción ha sido el primero en ser señalado como corresponsable de gran cantidad de emisiones de GEI y de un excesivo gasto energético. En este sentido hay que tener en cuenta dos realidades. Por un lado es que la mayoría del consumo energético que se hace en este sector de la construcción lo realizan los edificios existentes. La otra es que una gran parte de estos edificios son inmuebles que forman parte del patrimonio edificado o tienen algún grado de protección. Aún no se ha dado una posible solución al problema que se plantea, y es que en un principio la intervención energética y la conservación del patrimonio parten de realidades opuestas.
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