Las experiencias laborales de las mujeres y los hombres se fundamentan, en mucho, sobre disposiciones de género. Dentro del mercado laboral -°©‐‑por medio de los salarios, los puestos, los ascensos y los oficios se actúan las ideas que tenemos de cómo son las mujeres y de cómo son los hombres. De esta forma, las mujeres entran al mercado laboral desde un lugar de modestas, sin ambiciones, altruistas y con la maternidad como centro de su vida, por lo que el hecho de que se les pague menores salarios, se les exija más, se les ascienda menos y se las excluya de los puestos de mayor poder, pasa a ser un detalle natural. Este trabajo habla de eso y de cómo, en un contexto de “flexibilización” laboral, las mujeres son más apetecidas por un mercado que cada vez quiere más a cambio de menos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados