El turismo es una actividad que se viene proponiendo como la salida a los cuellos de botella que aparecen en la gestión de los procesos de desarrollo en territorios marginales, tal como es el caso de los Andes. La pobreza de las poblaciones que viven en zonas montañosas obliga a repensar las formas de desarrollo, para que las mismas les permitan una transferencia real de bienes materiales y los lleven a elevar su calidad de vida. Estos bienes, por lo general, no se producen localmente y ello obliga a disponer de recursos económicos en mayores volúmenes para tener acceso a ellos. La escasez de industrias locales también frena las oportunidades de trabajo y el campo no puede atender a una creciente mano de obra que busca empleo. Frente a tales condiciones, aparece el desarrollo del turismo rural como alternativa. Este turismo es un proceso especializado en vender naturaleza, paisaje geográfico e identidades de lugares, entre otros, para lo cual se requiere una infraestructura que permita atender a los visitantes en todas las necesidades, así como facilitar el acceso al producto que se oferta. Dado que el consumo turístico se caracteriza por su heterogeneidad y arrastra simultáneamente a diferentes sectores, sus efectos, adecuadamente canalizados, pueden servir de base a un desarrollo económico y social más autosostenido y equilibrado. El eco turismo aparece entonces como una alternativa a la destrucción y deterioro del ambiente y de las sociedades tradicionales, ya que justamente lo que ofrece es la calidad y originalidad de los paisajes. Los objetivos del turismo rural se dirigen tanto a los turistas como a los individuos que ocupan permanentemente el espacio en el cual se manifiesta el turismo. Las comunidades locales o receptoras son tan importantes en este sistema como lo es el paisaje y el turista. En este sentido, las acciones del desarrollo deben enmarcarse dentro de estos parámetros si es que se quiere mejorar la calidad de vida de las poblaciones de montañas. Para este estudio se ha escogido la experiencia del valle del Colca, Región Arequipa, Perú. El Colca es un valle que se encuentra entre los 3400 y 4200 m de altitud, de clima templado frío y laderas con pendientes medias de 30 y 60 %. En el sector inferior se han venido utilizando intensamente los suelos volcánicos desde hace unos 15 siglos, para lo cual se han construido terrazas en varios cientos de hectáreas. Estas muestran, ahora, un paisaje enteramente cultural que se matiza con los centros poblados allí asentados. A este hecho se agrega la existencia de un cañón considerado como el más profundo del mundo y en el que los cóndores han construido sus nidos. Allí se inició la actividad turística a mediados de la década de los 80 y, poco a poco, fueron apareciendo hoteles, restaurantes y guías de turismo, entre otros, para atender a los visitantes. En 1985, la capital de la provincia Caylloma, Chivay (que cubre al valle del Colca), tenía 3400 habitantes con un solo hostal y un par de restaurantes que atendían especialmente a los transportistas que cruzaban el pueblo en sus rutas hacia las alturas de Caylloma y la margen derecha del río Colca. En 1998 ya existían 12 hostales y, en junio del 2003, habían llegado a 20, con capacidad para recibir a un centenar de viajeros simultáneamente. ¿Cuáles son los efectos del desarrollo del turismo en la población local? ¿Quiénes se benefician? ¿Cuál es la percepción de los locales acerca de su propio desarrollo? ¿Qué recursos se utilizan y qué otros podrían utilizarse para optimizar el desarrollo? ¿Qué cuidados se están dando al ambiente rural y urbano locales? Estas y otras preguntas son parte de esta ponencia, en la que se identificarán no solo las formas de actuación de los involucrados sino, también, alternativas para ampliar la base de participación local y que de ponerse en práctica llevarían al desarrollo no solo del valle del Colca sino de ambientes de montañas en otras partes del mundo. Tourism is being proposed as a gate to the bottle-neck that appears when dealing with development of marginal areas, such as the Andes. The poverty levels of the people that live in mountain environments forces us to rethink the ways of development that may allow them to get a real transfer of material goods to help rise their means for living. In general, these goods are not produced locally and that forces the people to use greater scarce economic resources to have access to them. The scarcity of local industries also constrain the opportunities to work and the land can not hold the increasing labor that is looking for a job. To these conditions, tourism appears as an alternative. This is a process specialized in selling nature, geographical landscapes, identities of places, etc., to which there is a need for infrastructure that may take care of the visitors in all their needs, as well as to facilitate the access to the product offered. In attention to the fact that tourism is much heterogeneous and pulls many other sectors of the economy, its well managed effects may be the basis of a more self-sustainable and equilibrated economic and social development. Thus, ecotourism is an alternative to the deterioration and destruction of the environment and native societies, because it offers quality and originality of landscapes. The objectives of rural tourism are directed to both the tourists and to the shareholders of the tourism lands. Local communities are as important in this system as are the landscape and the tourist. Thus, the development actions should be framed by this parameters if we want to better the quality of life of the mountain people. In this study 1 have selected the Colca Valley in the Arequipa Region, Southem Peru. The Colca is located between 3400 and 4200 m above seal level, with a temperate-cold climate and sideslopes with 30-60% declination. In the lower sections of the valley, soil has been intensively used for 15 centuries, in which people have constructed well elaborated terraces that are now part of the cultural landscape of the area. To this, there is the Colca canyon, considered as one of the deepest of the world where the condors have their nests. Tourism to this area started in the 1980's and little by little some infrastructure appeared such as hotels, restaurants, tourism guides, etc. In 1985, Chivay, the provincial capital, had 3400 inhabitants with only one hostel and a couple of restaurants that served the truck drivers in their way to the town of Caylloma and the right edge of the Colca valley. In 1988 there were 12 hostels, and in June 203, there were 20, with a lodging capacity for more than 100 passengers. What are the effects of tourism development in the local people? Who benefits? What is the local perception about their development? What resources are used and what others may be used to optimize development? What steps are being taken to preserve the local environment and the culture? These and other questions are part of this paper. I intend to identify not only the ways how the people involved behave but also alternatives to widen the participation of the locals which if practiced may lead not only to the development of the valley but also to other mountain areas of the world.
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