De él se ha escrito que tiene la mirada de un niño muy sabio, comprensivo y burlón, perpetuamente extrañado y maravillado. Alfredo Sanzol ha estrenado La Respiración, una comedia que asegura haber escrito con fines curativos, para superar el dolor por la separación de su pareja. Ha dirigido Edipo Rey, Esperando a Godot, y La importancia de llamarse Ernesto; ha ganado varios premios con sus propias obras, pero en La Respiración ha volcado todos sus sentimientos. “Me gusta el amor romántico, vivir enamorado”, dice. Además del tono intimista de esta obra, una conversación con Sanzol supone siempre un sensacional viaje por el universo del teatro.
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