La criminalidad organizada ha alcanzado actualmente, una dimensión europea e internacional y ha evolucionado con los tiempos. A nivel europeo, la actividad delictiva organizada se ha perfeccionado hasta transformarse en un sistema, y ya no puede considerarse más como un fenómeno marginal que afectaría solamente a Italia, en su denominación de �mafia�. Los holding del crimen, han extendido sus negocios por toda Europa, hablan más lenguas y se aprovechan del enorme retraso legislativo antimafia europeo. El viejo continente se ha percatado demasiado tarde de que las mafias se asemejarían siempre más a empresas transnacionales, que gestionan bienes y servicios. La campana de alarma habría sido la matanza de Duisburg por la ndrangheta en el año 2007.
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