Le llamaron Cara de Palo porque no se reía jamás ante una cámara. Era parte de la gracia de Buster Keaton. Fue uno de los grandes cómicos del cine mudo, aunque tuvo pocas razones para ser feliz: alcohólico y olvidado por Hollywood durante lustros, sería reivindicado por la crítica europea. Recordamos su figura cuando se cumplen 50 años de su muerte.
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