A José Barea, el indómito jefe de la Oficina Presupuestaria de la Presidencia, le han domesticado. No sólo le "aconsejaron" que no asistiera a la última reunión de Políticas de Gasto, sino que además le han ordenado callar. Rodrigo Rato ya puede dormir tranquilo, por el momento.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados