Las líneas directrices de los intercambios mercantiles vienen marcadas por los condicionamientos impuestos por el marco físico regional, sobre el que actuaba una sociedad impelida a romper su economía autárquica merced a la acción de los cambios sociales y económicos operados entre los siglos XIV y XV.
Un comercio intercomarcal e interregional, coordinado y controlado por la oligarquía murciana a través del concejo de la ciudad, compensaba las deficiencias cuantitativas de producción y consumo alimenticios; las frecuentes crisis en profundidad se trataban de equilibrar en los mercados del Marquesado de Villena, Andalucía y Valencia, e incluso Galicia en el caso del pescado. Comercio que podía llegar a ser internacional a gran escala en el caso de los textiles, las armas, los esclavos y otros productos de reconocida calidad y valor.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados