Beatriz Corchuelo Martínez-Azúa
El proceso de la innovación es crucial, no sólo para el análisis de una industria individual, sino también para la economía globalmente considerada. La importancia de las actividades de I+D queda constatada en las economías por su influencia en el crecimiento económico y la productividad; así como en el aumento de la competitivdad de las empresas. El presente estudio analiza la dinámica tecnológica de la empresa española en la década de los noventa. Los datos de partida (COTEC, 2000 y OCDE, 1999) no parecen ser muy optimistas en general puesto que reflejan un claro retraso de actividad tecnológica en España respecto a los países de nuestro entorno, elemento fundamental que garantiza el crecimiento sostenido del empleo, la productividad y la competitividad de una economía. Sin embargo, estos datos no nos reporta evidencia suficiente sobre la evolución de los recientes esfuerzos que han llevado a cabo las empresas españolas en el proceso innovador y de cambio tecnológico. Vamos a intentar obtener algunas conclusiones interesantes de esta evolución a través de los datos que nos reporta la Encuesta de Estrategias Empresariales (ESEE) en el período 1990-1997, seleccionando una serie de parámetros interesantes de inputs y resultados que serán objeto de nuestro análisis, para finalizar con unas conclusiones generales
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