En el texto se argumenta que el ser humano no es malo por naturaleza. Pero, tiene una propensión para el mal que ejercen sobre los demás, a través de su natural egoísmo. Los filósofos han pensado la sociedad civil como ordenamiento razonable de la convivencia humana. La autora muestra como Hobbes, Kant y Schopenhauer piensan que buenas leyes políticas podrían garantizar la justicia social. Sin embargo, hacen ver que la organización política solo puede exigir de los individuos respeto a las leyes y normas públicas, y que no puede esperar de los humanos un comportamiento moral.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados