Albert Einstein afirmaba que “si buscas resultados diferentes, no siempre hagas lo mismo”. La masa o inercia térmica (términos que se suelen mezclar) ha sido una de las propiedades diferenciadoras que ha tratado de destacar la industria del hormigón frente a otros materiales de construcción, pero sin pasar de ser una mera cualidad. Sin embargo, es fundamental que cualquier característica deba ser cuantificada para poder valorar su idoneidad y aplicabilidad. En este sentido, el rumbo que están tomando las políticas reglamentarias, especialmente en materia de edificación, obligan a que el sector comience por fin a poner cifras a este parámetro, apreciado pero no del todo conocido.
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