La Organización Mundial de la Salud y la Asociación de Psiquiatría Americana catalogan la transexualidad como una patología bajo el nombre de ‘trastorno de identidad de género’ y ‘disforia de género’, respectivamente. En el contexto español, la Ley 3/2007 establece que para poder modificarse la mención de sexo hace falta presentar, entre otros, un certificado de dicho diagnóstico. Las Unidades de Trastornos de Identidad de Género, ubicadas en las unidades de psiquiatría de diferentes hospitales públicos, son las encargadas de expedir este tipo de certificados una vez pasado un proceso que puede durar dos años. En este artículo, tras analizar la construcción del género que subyace en el discurso médico oficial sobre la transexualidad se concluye que se establece una visión patologizadora, binarista, biologista y que fomenta, en el caso de los trans masculinos, los estereotipos de la masculinidad hegemónica.
The World Health Organization and the American Psychiatric Association categorize transsexuality as a pathology, under the names of “gender identity disorder” and “gender dysphoria” respectively. In the Spanish context, Ley 3/2007, also known as the “Gender Identity Law”, establishes that in order to change one’s official gender, one must provide, among other requirements, a certificate for such diagnoses. UTIGs (Unities for Gender Identity Disorder), located in the psychiatric division of several public hospitals, are responsible for the expedition of such certificates, once undergone a process that can take up to two years. In this article we analyze the construction of gender and masculinity underlying the official medical discourse about transsexuality. We conclude that those discourses establish a pathologizing, binarist, biologistic gaze, which, in the case of trans men, foments hegemonic masculinity stereotypes.
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